Más allá de la imagen distópica de una superinteligencia artificial dominando todo, la IA ya se utiliza en ataques reales que son cada vez más sofisticados y difíciles de detectar.
Más allá de la imagen distópica de una superinteligencia artificial dominando todo, la IA ya se utiliza en ataques reales que son cada vez más sofisticados y difíciles de detectar.